El apareció como la sombra de un fantasma.
Su silueta en el marco de la puerta no mostraba los años marcados en su rostro.
El sol no querÃa ocultarse del todo y se convirtió en cómplice de esa imagen.
Entro en el bar , un lugar solitario donde no llegaban muchos extraños..
La brisa que traÃa el mar, habÃa desgastado y enrarecido su frente. Ya solo se podÃa ver , que en los años jóvenes existió un cartel, donde hoy solo se veÃa una madera castigada por las tormentas , pero a su vez pintoresca.
El extraño entro y su "buenas tardes" solo se sintió en el alma de la moza que atendÃa la barra. La mujer se acerco a la mesa , donde se habÃa sentado esta sombra de ser humano, y limpio, de manera automática, como siempre lo hacia. Solo removiendo la arena apenas imperceptible que estaba sobre la mesa.
Cruzaron solo dos palabras y hasta no mirarlo a los ojos, no pudo reconocerlo.
El hombre se quito el sombrero, y solo salio de su boca dos palabras : un café.
Ella quedo congelada en el tiempo, hundida en la profundidad de sus ojos celestes.
El silencio dentro del bar se hacia cada vez mas espeso, mas lleno de ganas de preguntar, y el mar afuera parecÃa enojado con estas dos almas, que no se animaban a comenzar hablar.
-Viene de muy lejos?- pregunto el dueño del bar
El silencio volvÃa a cubrirlos pero esta vez mas denso, como una neblina que se colaba en el ambiente.
El hombre levanto la mirada , no hacia el , sino hacia la mujer y al fin contesto:
-De lo mas profundo del mar.
El gesto del dueño fue ignorando a otro loco que llegaba al lugar , sin nada que hacer.
Sin embargo logro atrapar la atención de la moza.
Se acerco a la mesa lentamente, con el miedo en el alma.
Un temor de descubrir algo que internamente sabia.
Lo miro queriendo encontrar en sus ojos la respuesta.
Y con una vos imperceptible pregunto:
-¿De lo mas profundo del mar?
El la miro a los ojos y casi sin darle tiempo a bajar la mirada le contesto:
-Mi alma ha muerto tantas veces de tristeza que el único lugar donde se encuentra a salvo es en el fondo del mar.
Ella sintió que habÃa tanta historia detrás de esas palabras, que no se dio cuenta que corrió la silla y se sentó.
No hicieron falta mas palabras por parte de ella, en sus ojos estaban todas las preguntas que querÃa hacerle.
CONTINUARA.........